Por último, otro de los lugares imprescindibles que ver en Braganza es su río. El río Fervenza no lleva demasiado caudal, pero sí es un bonito lugar para pasear con vistas, entre otras cosas, al castillo. Hay rincones curiosos, como el jardín de monumentos en miniatura, miradores y también espacios para aprender como el Centro Ciencia Viva.
Este centro tiene dos sedes. Por una parte, un sitio expositivo en el lugar donde hubo una central hidroeléctrica que promueve la energía autosustentable (el edificio produce el 50% de la energía que consume). Por otra, la Casa de la Seda, un antiguo molino donde se recuerda esta actividad que en el pasado fue el motor económico de la ciudad. Hubo unas 200 tintorerías de seda en las márgenes del río; hoy solo queda este museo y una escultura que homenajea a las hilanderas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario